No cuesta nada ser feliz

Nuestros comienzos, allá por marzo, iban a marcar un antes y después en nuestras vidas y en la de todos nuestros chicos también. La primera clase fue el empujón más importante: había que ponerse “la 10” y empezar esto que creamos. En el transcurso fuimos viviendo experiencias inigualables como la Caminata y el Festejo Internacional por el Síndrome de Down, unidos por una misma causa junto a otras fundaciones y ONGs.

Pero nuestro objetivo era –y sigue siendo– brindarles a los chicos un espacio de recreación, convivencia y aprendizaje de la mano del fútbol; y esa recreación, convivencia y aprendizaje se veía reflejada en los encuentros mensuales, el primero con Club Rivadavia, donde todos festejábamos sin importar quién hacia el gol.

Luego fue nuestro turno de ir a la cancha de “Las Liebres” a jugar y disfrutar junto a las familias, profes, staff y todos los que hacemos Empate. Fuimos invitados a jugar un partido en el programa de “Fútbol Infantil” y llevamos a cabo nuestra primer “Copa Empate de Compromíso Lider” junto a fundaciones y ONGs amigas. También hicimos salidas al cine, fuimos a un concierto de Los Caligaris y nos divertimos juntos en el Super Park; porque para ser feliz hay que jugar!

Así, jugando, llegó nuestra primera invitación de un club: Marcelo Gallardo, DT de Club Atlético River Plate, nos mandó un video invitando a Rafa a ir al "Monumental", en Buenos Aires, para conocerlo y ver el clásico del año. Otra alegría que recibimos al poco tiempo fue un regalo mundial: Messi le envió una camiseta autografiada a Jony, del grupo de los más grandes, y algunos de nuestros alumnos fueron seleccionados para formar parte de la Selección Argentina de Fútbol para personas con Síndrome de Down. Luego de un tiempo, nos llegó la increíble noticia de que fuimos seleccionados, junto a otros cordobeses que cada día hacen pequeñas acciones solidarias, para recibir el Jerónimo de la Gente. Y, por si fuera poco, ganamos el primer puesto. Allá por Julio hicimos nuestra primer cena a beneficio, invitando a todos aquellos que quisieran colaborar con Empate a que lo hagan a través de donaciones.

Sin duda, una de las alegrías más grande del año fue recibir un regalo del Papa Francisco y saber que nos esperaba en el Vaticano en agosto para darnos una bendición. Allá fuimos, y pasamos momentos inolvidables.

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Estás, y muchas razones más hicieron que nuestro 2017 fue un año mágico, lleno de felicidad, abrazos, sonrisas y es por eso que les deseamos un excelente y próspero 2018, lleno de éxitos y felicidad.